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Como ya habrás notado, desde hace unos meses estamos publicando una serie de artículos en los que pretendemos explicarte cómo abordamos ciertos procesos de implantología complejos que nos obligan a recurrir a soluciones y técnicas menos conocidas, como seguro fue el caso de la colocación de mallas subperiósticas.

Pues bien, siguiendo con esta línea editorial, hoy le toca el turno a otro tipo de implantes que se escapan de los ordinarios, aunque estos quizás te suenen un poco más. Nos estamos refiriendo a los implantes cigomáticos. ¿Sabes exactamente qué son y cuándo recurrimos a ellos? Te lo contamos a continuación en este nuevo artículo.

¿Qué son los implantes cigomáticos?

Los implantes cigomáticos son una opción avanzada dentro de todas las empleadas en los procesos de implantología y rehabilitación dental, particularmente indicados en casos de pérdida ósea severa en la región maxilar superior.

Estos implantes se diferencian de los implantes dentales tradicionales en que se anclan en el hueso cigomático (o malar), que es una estructura ósea más densa y robusta, situada en la parte superior y lateral del rostro, formando parte de la órbita ocular.

¿Cómo se colocan estos implantes?

Un implante cigomático es bastante más largo que un implante convencional, midiendo entre 30 a 55 milímetros, cuando los convencionales miden en torno a 18 mm.

Se insertan a través del cavidad alveolar maxilar, extendiéndose hasta el hueso cigomático mediante un procedimiento quirúrgico complejo que requiere de una planificación minuciosa y de la ejecución de un cirujano maxilofacial experimentado.

El proceso comienza con un análisis previo de la situación mediante la toma de radiografía y tomografías (TC) para evaluar la calidad y cantidad de hueso disponible y así poder planificar la trayectoria del implante con precisión milimétrica.

Durante la cirugía, se hace una incisión en la encía para exponer el hueso maxilar, y el implante se inserta con una inclinación específica, alcanzando el hueso cigomático para asegurar una fijación estable y duradera.

¿Cuándo se utilizan los implantes cigomáticos?

Como adelantamos, los implantes cigomáticos están especialmente indicados para pacientes con atrofia ósea severa del maxilar superior, donde la cantidad de hueso remanente es insuficiente para soportar implantes convencionales. Este tipo de atrofia puede surgir por:

1. Reabsorción ósea severa: La pérdida de dientes puede llevar a la reabsorción progresiva del hueso alveolar si no se inicia pronto un proceso de rehabilitación oral. De ahí que la sufran muchos pacientes que han estado sin dientes mucho tiempo.
2. Enfermedad periodontal avanzada: La periodontitis puede causar destrucción significativa del hueso alveolar.
3. Fracasos previos de implantes: Pacientes que han experimentado fracasos en implantes convencionales debido a la insuficiencia ósea pueden seguir perdiendo hueso y convertirse en candidatos perfectos para implantes cigomáticos.
4. Cirugías maxilofaciales previas o traumatismos: Situaciones que hayan comprometido la estructura ósea maxilar es otra de las causas de este problema.

El uso de implantes cigomáticos permite a los pacientes con poco hueso obtener una rehabilitación protésica fija sin necesidad de injertos óseos previos ni elevaciones del seno maxilar o injertos en bloque, que pueden requerir más tiempos de recuperación. Los resultados de estos implantes son generalmente muy positivos, proporcionando una base sólida y mejorando la función masticatoria y la estética facial.

Dentro de todas las clínicas dentales en Montgat, Harmonía Dental se ha convertido en una clínica de referencia para abordar procesos de implantología complejos en los que se recurren a soluciones como estos implantes cigomáticos de los que hoy te hemos hablado.

Si pierdes alguna pieza dental, no dudes en venir a vernos para que valoremos tu caso. Ten por seguro que estás en manos de unos de los mejores equipos especializados en este campo.