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Descubrir la presencia de quistes maxilares suele alarmar a los pacientes que acuden a nuestra clínica dental. Sin embargo, cuando les explicamos que la gran mayoría de estos quistes son lesiones maxilofaciales benignas, sus miedos desaparecen.

Obviamente, no queremos quitar importancia a la aparición de estos bultos, al contrario, ya que pueden tener orígenes muy distintos y siempre es importante analizarlos para garantizar que, efectivamente, no son peligrosos. Por eso, ante la presencia de quistes maxilares en tu boca, lo primero que debes hacer es reservar una cita para obtener un diagnóstico certero y definitivo.

En todo caso, insistimos en que un alto porcentaje de los quistes maxilares son benignos a pesar de su diferente origen y desarrollo. ¿Sabes incluso que la OMS ha elaborado una clasificación de los quistes maxilares? Pues hoy te contamos cuáles son los cinco más comunes entre la población atendiendo a esa clasificación.

Cinco tipos de quistes maxilares.

Para saber a qué categoría pertenece un quiste maxilar es fundamental realizar una exploración clínica y radiográfica. Aspectos como el tamaño del quiste, las estructuras anatómicas vecinas o la evolución de su aspecto o color, ayudan a identificar el tipo de quiste y a aplicarle el tratamiento correcto. Estos son los cinco más habituales:

1.- Quiste maxilar dentígero o folicular (QD).

Es uno de los quistes maxilares más habituales y comunes entre la población. Se origina en el tejido que rodea a una pieza dental que esté erupcionando, normalmente, las muelas del juicio o las inmediatamente ubicadas a su lado. Suelen ser asintomáticos y no excesivamente molestos, salvo que alcancen un tamaño notable. Pero se pueden expandir hasta el hueso, motivo por el que deben ser controlados y tratados a tiempo.

2.- Quiste maxilar gingival adulto (QGA).

Es otro de los quistes maxilares más comunes. Se localizan en la zona de la mandíbula, entre la zona vestibular de los caninos y los premolares. Este tipo de quiste, siendo benigno, suele causar una hinchazón gingival visible y molesta. La puerta buena es que solo afecta a la encía o a la mucosa, nunca al hueso, por lo que no peligran las piezas dentales adyacentes.

3.- Quiste maxilar de erupción (QE).

Es otra lesión benigna que suele surgir en los tejidos blandos que rodean las piezas dentales, sobre todo las que están erupcionando. Se producen dentro de la mucosa que recubre un diente y, aunque no son peligrosos ni molestos, deben vigilarse porque pueden alterar la erupción natural de la pieza. Estos quistes maxilares son frecuentes en niños y adolescentes.

4.- Quiste maxilar odontogénico glandular (QOG).

Esta lesión es menos frecuente que las anteriores que hemos visto. Se caracteriza porque se localiza en la mandíbula y su crecimiento suele ser lento. El principal problema de estos quistes maxilares es que, una vez extirpados o tratados, suelen volver a aparecer. Además este tipo de quista es más molesto y agresivo, causa dolor y puede dañar el hueso, de ahí que suelan ser abordados mediante un tratamiento quirúrgico.

5.- Quiste maxilar periodontal lateral (QLP).

Este tipo de quiste también aparece en la clasificación de la OMS, aunque hemos de decir que también es menos frecuente que los tres primeros. No suelen ser muy agresivos y son asintomáticos aunque, con el tiempo, pueden adherirse a la raíz de las piezas dentales y volverse más molestos y dolorosos. También deben tratarse lo antes posible.

¿Has padecido algún quiste maxilar? Si notas lesiones, bultos o algún cuerpo anómalo en tu boca, acude siempre a tu centro de confianza. En Harmonía Dental contamos una área especializada en periodoncia en Fuengirola donde podemos abordar estas lesiones en forma de quistes, especialmente los que aparecen en los tejidos blandos maxilares. ¡Llámanos!