¿Puede darse el bruxismo en niños pequeños?
El bruxismo se ha convertido en una pandemia dental que cada día afecta a más personas. En este blog ya hemos abordado esta patología en más de una ocasión para hablarte tanto de sus síntomas como, sobre todo, de sus terribles consecuencias. Y hoy, vamos a abordarlo de nuevo desde otra perspectiva: ¿existe el bruxismo en niños o es un problema exclusivo de adultos al estar sometidos a situaciones de mayor estrés y ansiedad? Hoy te lo contamos.
El bruxismo en niños también aumenta.
Pues vamos directamente a resolver esta cuestión: efectivamente el bruxismo también puede afectar a los niños y, de hecho, en la actualidad cada vez afecta a un mayor número.
A Harmonía Dental cada día acuden más padres preocupados porque notan que sus hijos rechinan o aprietan los dientes en exceso cuando duermen de forma totalmente involuntaria Y obviamente, las consecuencias son muy similares a las de los adultos, incluso peores al tener en muchos casos dientes de leche más débiles: piezas dentales que se estropean o se rompen, esmalte que se salta, dolor en la zona mandibular, mayor sensibilidad dental…
La peor parte que antes mencionábamos -que al tratarse de piezas de leche son más susceptibles de verse afectadas por el bruxismo- es también la mejor parte, ya que lo bueno es que las piezas afectadas se caerán y saldrán nuevas y fuertes sin que sea necesario realizar ningún tratamiento. Eso sí, lo ideal sería saber qué causa ese bruxismo infantil para que no se siga produciendo ni en la adolescencia ni en la vida adulta.
¿Qué causa el bruxismo en los niños pequeños?
Pues en el fondo, las causas también son muy similares a las que provocan el bruxismo en los adultos. Aquí es importante destacar que son en niños de 4-5 años en los que más se acusa este fenómeno debido, entre otras causas, a estas tres que compartimos:
1.- Niños muy inquietos y nerviosos:
La mayoría de esos niños que no paran nunca quietos, que son muy nerviosos y que parece que siempre están acelerados suelen sufrir bruxismo. Acumulan tensión en la mandíbula, en el cuello y en los hombros que hace que por las noches rechinen los dientes de manera inconsciente. Episodios en su vida como la llegada de un hermano/a, la muerte de abuelos o el divorcio de los padres suelen agudizar este problema.
2.- Niños con problemas de desarrollo maxilofacial:
Cuando la dentadura de un niño no encaja en su estructura ósea, es bastante habitual que desarrolle un problema de bruxismo muy difícil de evitar. Aquí no se trata de la reacción ante problemas de índole psicológica, sino ante un problema funcional porque las fuerzas oclusales no se reparten de manera homogénea, provocando una tensión extra que propicia apretar o rechinar los dientes dando lugar al bruxismo infantil.
3.- Niños con malas posiciones dentales o problemas de maloclusión:
Es algo parecido a lo que hemos explicado en el punto anterior, especialmente en esa etapa en la que conviven los dientes de leche con las piezas que ya son definitivas. Es frecuente que en ese momento se dé un mal reparto de cargas a la hora de masticar que favorezca el apiñamiento dental y la maloclusión. Y cuando existe este problema, la aparición del bruxismo es bastante normal.
Como sabes, el bruxismo puede tener consecuencias fatales en la población adulta que tiende a sufrirlo con más gravedad. Pero esto no quiere decir que no haya que vigilar muy de cerca a los niños que padecen bruxismo infantil. Sobre todo porque es clave corregir este problema para que no se cronifique en el futuro y afecte a sus piezas definitivas.
No podemos olvidar que el bruxismo en niños puede dañar mucho a las piezas dentales e incluso provocar su caída como hemos visto en nuestra clínica dental en Alella.