¿En qué casos no se puede recurrir a los implantes dentales?
Los implantes dentales se han convertido en la solución más habitual cuando se produce la inevitable pérdida de una pieza dental, ya sea por enfermedad o por traumatismo. Te hemos hablado de ellos en varias ocasiones en este espacio, contándote cómo se lleva a cabo un proceso de implantología o qué cuidados debes seguir posteriormente.
Pues bien, hoy nos gustaría abordar otra cuestión relacionada con los implantes dentales, aunque desde una perspectiva totalmente contraria: a qué se debe que, en algunos casos, no se pueda recurrir a un tratamiento de implantología ante una pérdida dental. ¿Quieres saber cuáles son las razones que suelen estar detrás? Te lo contamos en este post.
¿Cuándo están contraindicados los implantes dentales?
Antes de adentrarnos en esta cuestión, nos gustaría dejar claro que los implantes dentales siguen siendo el principal tratamiento empleado para sustituir piezas dentales que se pierden.
Y aunque es cierto que los tratamientos de implantología pueden sufrir rechazos por parte del paciente, el porcentaje de ocasiones en las que ocurre es muy bajo. Y lo es porque, antes de iniciar un proceso así, se analizan aspectos como estos que a continuación detallamos y que suelen hacer que un implante dental esté contraindicado y se opte por una alternativa:
1.- Mal estado de salud o enfermedades concretas como la diabetes:
Cuando una persona está atravesando una enfermedad de cierta gravedad o padece diabetes, enfermedades autoinmunes o problemas de coagulación es bastante probable que no se opte por un proceso de implantología dental y se busquen soluciones alternativas como la prótesis dental removible u otras similares que resulten más factibles de llevar a cabo.
2.- Problemas bucodentales, especialmente si afectan a las encías:
La osteointegración de un implante dental depende en gran medida del estado de las encías. Cuando existen infecciones, inflamaciones o enfermedades periodontales es bastante difícil poder garantizar el éxito de un proceso así. En estos casos, se suele optar por tratar el problema existente en las encías para valorar si, posteriormente, se puede colocar un implante dental sin comprometer su buen estado y su funcionalidad.
3.- La falta de hueso:
Esta es probablemente la contraindicación más común entre los pacientes que pierden alguna pieza dental. Muchos tienen poca cantidad de hueso en el que anclar el implante haciendo muy difícil la osteointegración al no existir una gran estructura ósea orgánica en la que poder fijarse bien la nueva pieza artificial. Existen procesos muy variados que se pueden llevar a cabo en estos casos, incluido el injerto de hueso al que se someten muchos pacientes.
4.– La edad del paciente:
Y aquí nos vamos a los dos extremos: es fácil que se contraindique la colocación de un implante dental tanto a pacientes muy jóvenes como a pacientes muy mayores. En el primer caso se debe a que la estructura ósea aún se está desarrollando, lo que no hace recomendable recurrir a esta técnica hasta que no esté desarrollada del todo, en torno a los 20 años.
¿Qué hacer ante la pérdida de una pieza dental? Pues nuestro primer consejo siempre será que te acerques a nuestra clínica dental en Fuengirola para que podamos valorar la situación y qué solución es la más adecuada en tu caso. Recuerda que si tienes más de 20 años, estás sano/a y no tienes problemas en las encías, lo más probable es que el implante dental sea la solución por la que optemos, pero ya ves que no siempre tiene por qué ser así.