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Bien, estás llegando a la finalización del tratamiento con Invisalign que empezaste en su momento y no tienes muy claro qué es lo que va a ocurrir, cómo son las últimas visitas a tu consulta o los cuidados que debes tener en cuenta. ¡No te preocupes! En el siguiente post voy a tratar de explicarte los puntos más importantes que no puedes olvidar. ¡Comenzamos!

Lo primero que tienes que tener presente es que un tratamiento con ortodoncia invisible cuenta con unos plazos mucho más cortos que los de una ortodoncia tradicional con brackets metálicos. Por lo tanto, si has sido escrupuloso con las medidas recomendadas, el proceso no será para nada largo.

A medida que nos acercamos a la finalización del tratamiento con Invisalign, será momento que nuestro ortodoncista evalúe si se han logrado los movimientos planeados al inicio. En caso de haber obtenido los resultados deseados, es muy posible que el tiempo con la ortodoncia haya llegado a su fin. Así, lo normal es acudir a una última cita en la que el especialista procederá a retirar los ataches de los dientes colocados al inicio y cuya función no es otra que permitir que las férulas se agarren mejor a los dientes, facilitando de paso el movimiento de nuestras piezas dentales.

Un aspecto importante. En esta última cita también se realizan unas radiografías para comprobar el estado de los huesos de la mandíbula. De esta manera, tendremos una total tranquilidad y seguridad de que el tratamiento ha sido exitoso.

La finalización del tratamiento con Invisalign tiene varios aspectos positivos. Al alinear nuestros dientes, conseguimos evitar toda clase de problemas de maloclusión y posteriores inconvenientes de salud. Pero también tenemos el aspecto estético. Nuestra sonrisa lucirá como nunca lo había hecho y estaremos deseando presumir de ella.

Para comprobar esa mejoría, en la propia consulta se nos realizará una sesión fotográfica que se comparará con la realizada antes de los primeros alineadores. Tendremos una visión perfecta del antes y del después para comprobar todos los objetivos logrados durante el procedimiento.

En último lugar, dos aspectos a valorar. Por un lado, realizar o no una limpieza general de la boca. Esto será valorado por el profesional dependiendo de si lo considera necesario o no. La segunda es que es posible que el paciente pueda necesitar unos retenedores. No en vano, los dientes tienen “memoria” y podrían volver a descolocarse en el futuro.